Entre todos debemos trabajar para cambiar las connotaciones negativas del término menopausia. La mujer debe conocer lo que está ocurriendo en su cuerpo en esta etapa de su vida, y aprender las estrategias que la pueden hacer vivir este momento con una excelente calidad de vida. Desde la fisioterapia uro-ginecológica, abordamos con ella los cambios que van apareciendo y la proveemos con herramientas que la permitan enfrentar cada uno de ellos, de una manera activa y siempre saludable, siendo las protagonistas de su vivencia. “Menos pausa” y más actividad.
“Menopausia” viene del griego, “μην” (mēn) o “μηνος” (mēnos) mes y “παυσις” (pausis) que quiere decir cesación. La OMS define la menopausia como: “cese permanente de la menstruación, determinado de manera retrospectiva, después de 12 meses consecutivos de amenorrea, sin causas patológicas”.
Los médicos clasifican la menopausia en diferentes fases que se solapan unas con otras. Así se generan los términos médicos a partir de la relación temporal con la última menstruación o menopausia “pre” significa antes de la última menstruación; “post”, después; y “peri” designa el periodo alrededor de la menopausia. En nuestro entorno es habitual oír a nuestras mujeres hablar de perimenopausia, premenopausia, etc.
Para hacer de esta entrada un espacio de utilidad y de rápida consulta, intentaremos resumir en un decálogo, los puntos más importantes para tener en cuenta, destacando aquellos en los que la fisioterapia para la mujer puede tener un papel esencial:
- La edad media de aparición de la menopausia son los 51 años. Aunque su aparición parece estar genéticamente determinada, hay ciertos factores que pueden acelerar el proceso, como son el tabaco y la quimioterapia.
- En la menopausia los ovarios dejan de funcionar y de producir las hormonas que regulan nuestro ciclo menstrual: estrógenos y progesterona. Esta situación hará que nuestro cuerpo cambie y los síntomas y signos asociados comiencen a aparecer en nuestra vida.
- Los síntomas de la menopausia varían de unas mujeres a otras, incluso dentro de la misma familia. Por ello, cada mujer tendrá que manejar este período de forma individual y con una actitud positiva.
- La terapia hormonal presenta beneficios y riesgos dependiendo del estado de salud de la mujer. Se requiere una consulta con un profesional de la salud para valorar esta terapia en cada caso.
- La caída de estrógenos afecta a la cantidad de calcio que hay en nuestros huesos, produciendo una baja densidad ósea, la osteoporosis. Para luchar contra esta situación la mujer debe llevar una dieta sana y practicar ejercicio de manera regular. Es importante reducir el consumo de alcohol y el tabaquismo.
- Otros síntomas importantes son la ganancia de peso, los sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor, cefaleas, afecciones cutáneas, pérdida de la libido, atrofia y sequedad vaginal. Encontramos debilidad en la musculatura del suelo pélvico e incontinencia urinaria y prolapsos asociados. La ansiedad es uno de los síntomas más subestimados y que más influencia tiene en la vivencia de la mujer.
- Los cambios en el estilo de vida pueden ser esenciales para enfrentarse a los síntomas de la menopausia: pérdida de peso, práctica de ejercicio regular, dieta adecuada, ropa ligera, etc. Los últimos estudios nos dicen que una pérdida de peso del 10% puede reducir en un 50% las pérdidas de orina.
- Siete son los años que tarda de media una mujer en acudir a un especialista para compartir sus problemas relacionados con el suelo pélvico. El 40% nunca da el paso. Sin embargo, el 42% refiere dolor en las relaciones sexuales, el 55% las evita por el dolor, y el 46% confiesa la caída de su libido.
- Para las alteraciones relacionadas con la esfera sexual es importante consultar con un fisioterapeuta especializado en el suelo pélvico, que podrá trabajar con la mujer estrategias para mejorar la sequedad y la atrofia vaginal, mejorando así su vida sexual.
- Los tejidos que se encargan de sostener nuestros órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, etc.) se debilitan con el cambio hormonal, y tendremos que fortalecer la musculatura del suelo pélvico para evitar la aparición de prolapsos o caída de vísceras y la aparición de la incontinencia urinaria.
Dra. Beatriz Martínez
Fisioterapeuta especializada en Suelo Pélvico, ONELIFE
Profesora de la Universidad Europea de Madrid