Con el diagnóstico de cáncer de mama se inicia una etapa de dudas e incertidumbre. En este momento la mayoría de personas no piensa en comenzar a realizar ejercicio. La principal causa es el desconocimiento sobre su importancia, tanto de las personas afectadas como de los agentes sanitarios.

El tratamiento médico es el eje central en esta fase, pero no el único. El ejercicio físico es parte de lo que si podemos hacer y depende de nosotras. Nos permite ser protagonistas y adoptar una postura activa en este momento tan importante.

Kathryn Schmitz, investigadora de la Sociedad Americana de Oncología Clínica lleva años demostrando su importancia. En el cáncer de mama el ejercicio físico reduce el riesgo de mortalidad un 40-50%. Además, el cáncer de mama es el más estudiado en relación al ejercicio físico y sabemos muchas cosas sobre él (1).

Hablemos de la cirugía. En ocasiones el tratamiento empieza con una intervención y en otras se realiza después de la quimioterapia o radioterapia. Si la intervención se ha llevado al inicio, en cuanto lo permita la cicatrización, debe comenzar el programa de ejercicio, que no solo ayudará a la zona afectada sino a todo tu cuerpo de forma positiva. No es necesario ni recomendable esperar a terminar el resto de terapias.

Si la cirugía se realiza después de la quimioterapia hay que centrarse en preparar la zona que se verá afectada. Cuanto mayor sea la fuerza y funcionalidad de esta en el momento de la operación, menor será el tiempo que tardaremos en recuperarnos (2).

¿Qué sabemos sobre la quimioterapia? Podemos destacar dos aspectos claves. El primero es que es posible que la fatiga aparezca durante las sesiones. La segunda es que debilita nuestra salud cardiovascular (corazón, vasos sanguíneos y sistema respiratorio) y muscular (3). Si se diseña bien el programa de ejercicio físico, reduciremos el grado de fatiga y deterioro de nuestro cuerpo. Es importante que entiendas que si esperas a concluir el tratamiento no podremos evitarlo.

Es posible que en un momento así no pensemos en que ocurrirá más adelante, pero estos daños son los que provocaran problemas graves unos años después (4).

Turno ahora de la radioterapia. Como en todos los tratamientos son muchas las dudas, pero debemos aclarar que, si podemos hacer ejercicio, con la supervisión adecuada (5). Son necesarias adaptaciones y efectuar un seguimiento de la zona tratada. Debemos tener en cuenta que la radioterapia suele aplicarse a diario y ello nos exigirá adaptar las sesiones de ejercicio al resto de actividades cotidianas.

Concluiremos con la terapia hormonal. Se usa como tratamiento de larga duración tras la cirugía, quimio y radio. Esta provocará un deterioro del hueso y dolor articular generalizado (6). Este dolor puede afectar mucho a nuestra calidad de vida. Un programa bien diseñado ayudará a reducirlo y mantener la función muscular (6) . En cuanto al daño óseo el ejercicio físico es indispensable para frenarlo y prevenirlo. No es posible conservar la salud de nuestro hueso y evitar el efecto negativo de los fármacos sin el adecuado estímulo específico, sin el ejercicio adecuado (7).

Manuel Martín Olvera, Experto Vocalía Ejercicio #lasmujeresnosmovemos Director Técnico IPEFC-Ejercicio y Cáncer

Bibliografía

  1. Battaglini CL, Mills RC, Phillips BL, Lee JT, Story CE, Nascimento MG, et al. Twenty-five years of research on the effects of exercise training in breast cancer survivors: A systematic review of the literature. World J Clin Oncol. 10 de mayo de 2014;5(2):177-90.
  2. Wilson DJ. Exercise for the Patient after Breast Cancer Surgery. Semin Oncol Nurs. febrero de 2017;33(1):98-105.
  3. Nelson SH, Weiner LS, Natarajan L, Parker BA, Patterson RE, Hartman SJ. Continuous, objective measurement of physical activity during chemotherapy for breast cancer: the Activity in Treatment pilot study. Transl Behav Med. 29 de mayo de 2019;
  4. Jones LW, Habel LA, Weltzien E, Castillo A, Gupta D, Kroenke CH, et al. Exercise and Risk of Cardiovascular Events in Women With Nonmetastatic Breast Cancer. J Clin Oncol Off J Am Soc Clin Oncol. 10 de 2016;34(23):2743-9.
  5. Lipsett A, Barrett S, Haruna F, Mustian K, O’Donovan A. The impact of exercise during adjuvant radiotherapy for breast cancer on fatigue and quality of life: A systematic review and meta-analysis. The Breast. 1 de abril de 2017;32:144-55.
  6.  Arem H, Sorkin M, Cartmel B, Fiellin M, Capozza S, Harrigan M, et al. Exercise adherence in a randomized trial of exercise on aromatase inhibitor arthralgias in breast cancer survivors: the Hormones and Physical Exercise (HOPE) study. J Cancer Surviv Res Pract. 19 de enero de 2016;
  7. Coleman R, Body JJ, Aapro M, Hadji P, Herrstedt J. Bone health in cancer patients: ESMO Clinical Practice Guidelines. Ann Oncol. 1 de septiembre de 2014;25(suppl_3):iii124-37.