Han pasado más de 450 años desde que María I de Escocia pinchase por primera vez la bola en el tee del 1 del campo de golf más antiguo del mundo, y parece mentira que aún hoy día, cuatro siglos después, persistan ciertos mitos sobre este maravilloso y emocionante deporte. A menudo la creencia más escuchada y repetida es que el golf es de ricos y además un deporte elitista. Pero es difícil sostener esta afirmación sabiendo que España cuenta con 271.788 licencias federativas en golf siendo el cuarto deporte que más se practica por número de federados adelantando a otros deportes tan populares como el pádel o el ciclismo. ¿Sería posible que tantas personas practicarán golf si no fuera un deporte para todos? Desde los años 80 figuras tan importantes como Emma Villacieros, Presidenta de la Real Federación Española de Golf hasta 2008, y Severiano Ballesteros, golfista español considerado uno de los mejores jugadores de la historia, lucharon por el crecimiento y popularización del golf en nuestro país apostando por la creación de campos de golf públicos. Contamos con 37 campos públicos en España en los que se puede jugar 18 hoyos desde 30 euros o inscribirse en sus Escuelas de Golf por menos de 18 euros la clase. Sin ánimo de ser crítica con el pádel, al contrario, es un deporte que también practico, en Madrid el alquiler de ciertas pistas cuesta lo mismo o más por una hora mientras que jugar 18 hoyos son 5 horas de práctica.
El mismo escenario nos encontramos cuando comparamos los precios de las clases, la diferencia es mínima. ¿Qué justifica entonces pensar que el golf es elitista? La consideración de que el golf es aburrido suele ser el argumento más recurrente de quien aún no ha tenido la suerte de probarlo. En 17 años que llevo trabajando en este sector no he conocido a nadie al que haya invitado a un bautismo de golf y no le haya picado el gusanillo. ¿Aburrido, en serio? Un deporte que se puede practicar en 403 campos en nuestro país, sí 403 escenarios diferentes para jugar. En el que, si me limito a los palos básicos con los que jugar, emplearemos en un recorrido de 18 hoyos, al menos 7 diferentes, el drive, la madera, un híbrido, los hierros, un sand o un pitch y el putt. Más la multitud de posibilidades de golpes diferentes que pueden darse en un mismo hoyo, salida del tee, sacada de bunker, juego desde el rough a la calle, approach al green y puttear para embocar la bola. Es deporte en el que jugamos contra uno mismo, contra los demás, contra el campo y contra la climatología. Sinceramente me cuesta imaginar un mayor número de variables que lo hagan más singular y entretenido. ¿El golf es un deporte? Rotundamente sí. Se trata de un deporte de intensidad media que puede practicarse desde la infancia hasta la tercera edad con numerosos beneficios para nuestra salud.
- En el aspecto físico al tratarse de una actividad de bajo impacto el riesgo de sufrir lesiones es mínimo. Especialistas del Rose Medical Center (Denver, EEUU) midieron el gasto energético que supone y concluyeron que, en un campo de 9 hoyos, recorrido en su totalidad a pie y cargando con la propia bolsa, se queman 721 calorías y usando un carrito manual, unas 718 calorías. En este caso se caminan aproximadamente 4 kilómetros y en el caso de jugar 18 hoyos se incrementan a más de 8 kilómetros ayudando a nuestro corazón y circulación, ejercitando nuestros músculos y minimizando la posibilidad de sufrir osteoporosis después de la menopausia.
- En el aspecto psicológico, un campo de golf supone un oasis de paz y relajación en medio de la ciudad, un entorno verde y natural que nos permite alejarnos del estrés y las preocupaciones diarias lo que favorece la disminución de la ansiedad. Durante el juego la exposición a la luz solar permite que el cuerpo absorba vitamina D reduciendo el riesgo de depresión, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
- En el aspecto social es un deporte que fomenta tanto las relaciones familiares como de amistad. Mientras se practica se comparten dos horas en el caso de 9 hoyos y aproximadamente cuatro horas y media si se juegan 18 hoyos. Además, permite conocer gente nueva con la que terminar compartiendo anécdotas de juego y disfrutando de una caña bien fresquita en el hoyo 19, en la jerga golfística el bar del club, admirando un paisaje único.
En el último año “como consecuencia de la pandemia” el golf ha resurgido con más fuerza que nunca. Pronto veremos a nuestros golfistas más destacados disputar los Juegos Olímpicos de Tokio, y en 2023 nuestro país acogerá por primera vez en su historia la Solheim Cup. Esta última enfrentará a las mejores golfistas profesionales de Europa contra las mejores golfistas de Estados Unidos. Un hito que situará a nuestro país en el primer plano deportivo, y proyectará a golfistas españolas tan relevantes como Azahara Muñoz y Carlota Ciganda más allá de nuestras fronteras. En definitiva, el golf es un deporte al alcance de todos, intergeneracional, con enormes beneficios físicos, mentales y emocionales, divertido y apasionante. ¿Te animas a practicarlo? #VamosGirls.
Lorena Gil Rodríguez Deporte and Business